PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA OLIVA - DOS HERMANAS
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domingo, 25 de marzo de 2018

¿De verdad no lo ves?

Me sorprende. Realmente me sorprende que después de tantos años siga pareciéndome increíble que una persona muriese por mí, pero realmente así fue. Suena fuerte la verdad, quizás cueste de imaginar e incluso de creer, pero soy cristiano y la semana santa se acerca. Me gustaría compartir una cosa que me ronda la cabeza últimamente y por más que lo intento no consigo asimilarla ni ser consciente del todo. Es una realidad de la que todos hemos oído hablar, que todos sabemos de su existencia, pero que a su vez no todos conseguimos comprender al 100%. “Dios te ama”.
Menudo tópico y qué fácil de pronunciar, pero te invito a repensarlo. Te invito a valorar todo cuanto tienes y mirar a Dios a la cara esta Semana para decirle: gracias. Gracias porque cada herida que le hicieron la ofreció por ti. Gracias porque esa lanza que le atravesó el costado la soportó por ti. Gracias porque el pan y el vino se convirtieron en su cuerpo y sangre por ti. Gracias porque te dio la mejor madre del mundo, gracias por cuidarte de esa forma, por preocuparse de esa manera, por darte todo lo que te ha dado, por perdonarte, por levantarse después de tropezar tres veces a pesar del dolor, gracias porque esos hombros y esa espalda soportaron el mayor castigo inmerecido…
 Realmente, esto me estremece. Me hace caer en la cuenta de lo que es la Semana Santa, lo que representa, lo que pasó. Días de reflexión y contemplación donde no se me ocurre otra cosa más que pedir perdón. Perdón por olvidarte, por fallarte, por no ser fuerte, por no tratar bien a quien me rodea, por no sonreír, por no dar ejemplo. Ahora me preparo para la semana venidera para poder afrontarla con ganas y para vivirla lo mejor que pueda junto a Ti, en la Cruz.
La contemplación de la pasión me hace titubear. Me doy cuenta de que el amor lo puede todo y en aquel momento el amor de Dios a todo se antepuso por cada uno de nosotros. Hay una persona que nos quiere y nos cuida. Él fue capaz de sacrificar a Su hijo para salvarnos, para abrirnos las puertas del cielo. Un momento histórico, un cambio de rumbo en la humanidad, un gesto magnánimo y de amor. Dios te ama. Dios nos ama. ¿De verdad no lo ves?
David Presencio Rodríguez.


http://www.jovenescatolicos.es/2018/03/22/de-verdad-no-lo-ves/

domingo, 18 de marzo de 2018

Mi hijo con síndrome de Down me ha hecho mejor persona

Hace ahora dos años que Tita se enteraba que el hijo que esperaba venía con Síndrome de Down. Cope la entrevistó y pudo comprobar su determinación para aceptar las diferentes capacidades con las que tendría que aprender a vivir. Hoy Bosco tiene dos años, no anda pero no para de reír y avanza gracias a la determinación de unos padres entregados y mucho trabajo.

A Tita no la conocía de nada. Me contaron su historia y esta reportera en busca de vidas anónimas conmovedoras, se encontró con el inicio de una historia que dos años después no defrauda. Al poco tiempo de casarse se enteraron que esperaban su primer hijo, todo lo previsto se paró con el diagnóstico de “tu bebé viene con síndrome de Down”. Entonces ella explicaba como hubo que pasar su duelo personal porque en sus sueños nunca tuvo previsto algo así. Pero pasado el primer golpe, Tita y Juan lo único que hicieron es informarse para estar preparados, no, muy preparados para la nueva vida que venía.

Dos años después Bosco no anda, “pero no me importa-dice su madre- ¿qué niño no acaba andando a no ser que su problema sea de otro tipo? Yo sé que Bosco acabará andando pero le cuesta un poco más”. Entonces lo tenían claro y ahora lo han corroborado como las terapias de apoyo entre los cero y seis años son imprescindibles para el desarrollo motor de estos pequeños. “Es el que más trabaja en casa, va a clases los martes, jueves y viernes. Recibe fisioterapia y hemos empezado con la logopedia, porque es muy importante ya no sólo que hablen ,sino que puedan comer bien. Ahora mismo Bosco se acaba de comer unas fresas masticándolas perfectamente, ¡mejor que yo! y no es lo normal”.

Tita asegura que lo que más le preocupa es que su hijo pueda expresarse bien para pedir ayuda o preguntar cuando vaya por la calle. “Las nuevas tecnologías además están ayudando mucho a estos niños, cuando hablo con mi madre por la tablet para que le vea, él sabe perfectamente donde tiene que colgar, y eso es porque ellos son muy táctiles e intuitivos”.

Como buena madre Tita se deshace en elogios con su hijo “si sigo hablando de él me pongo a llorar”. Porque como todas las madres del mundo sueña con llegar a casa y besar su cuello blandito con olor a colonia y ternura, hacerle fiestas con cada progreso y procurar ser feliz a su lado. Lo normal.

Una de las muchas cosas que ha traído Bosco es la unidad a la familia “ doy gracias a Dios porque haya caído en nuestra familia….nosotros creíamos que éramos una piña pero ahora cuando llegamos a casa de familiares todos se vuelcan con Bosco, los sobrinos se ponen a jugar con él, a interactuar. Bosco sólo nos ha traído cosas buenas”.

BOSCO NOS HA CAMBIADO 

El camino ha sido difícil. Con tan solo unos días hubo que someterse a una operación a corazón abierto, las cardiopatías son frecuentes en estos pequeños. “Los médicos son increíbles, te acompañan en todo el proceso porque hay un protocolo Down que permite saber cuál es el proceso que va a seguir tu hijo, las revisiones oftalmológicas…lo que hay que controlar”.

Pero lo que pone en valor de una manera conmovedora Tita es que Bosco le ha hecho mejor persona: “Nos ha llenado de amor, nos ha traído nada más que cosas positivas, nos ha traído alegría, yo antes miraba la vida de otra manera pero Bosco me ha hecho mejor persona. Me llena de paz y tranquilidad es como si me protegiera”.

Todos los padres con niños con Síndrome de Down aprenden a vivir y crecer en el presente. Las nuevas generaciones visibilizan a sus hijos en las redes sociales @pepitamolatiene más de 200.000 seguidores, @ponundownentuvida cuenta a través de la madre de Jose María su lucha añadida además contra la leucemia y el propio Bosco tiene su cuenta @bosco_star

A todas estas madres lo que más les preocupa es la integración de sus hijos. “Creo que queda mucho por hacer- dice Tita- hay mucho por investigar la discapacidad y la tecnología, y sobretodo la integración, aunque puedes pensar que hay más concienciación la integración no es total”.

MENOS NIÑOS CON SÍNDROME DE DOWN 

A las madres que deciden abortar porque se enteran que su hijo viene con Síndrome de Down Tita les dice: “que se informen que hay miedo al desconocimiento y me da tanta pena, porque estas personas hacen la vida tan agradable”.

La tendencia es buscar la selección del hijo perfecto, explica Agustín Matía gerente de Down España. Y esa selección se está produciendo en muchas comunidades autónomas a través el sistema de salud pública donde se ofrece de manera gratuita test prenatales no invasivos. Con un análisis de sangre a la madre se diagnostica una anomalía genética “No sólo síndrome de Down, sino cualquier otra mutación- explica- por ejemplo se podrá abortar si viene con autismo o fibrosis quística por ejemplo. Es una eugénesis en toda regla porque se hace en la semana 10 de gestación ofreciendo la oportunidad de abortar a las madres”.

“Nosotros calculamos que en 15 años en España no habrá nacimientos con Síndrome Down”, actualmente en hospitales como el Hospital Reina Sofía de Córdoba todas las mujeres que conocieron que su hijo tenía esta alteración cromosómica decidieron abortar.

 



http://www.jovenescatolicos.es/2018/02/27/mi-hijo-con-sindrome-de-down-me-ha-hecho-mejor-persona/

domingo, 11 de marzo de 2018

Abiertos a la vida, abiertos al amor

Cursillo Marzo 2018
Una vez mas acompañamos a los novios que se están preparando para el matrimonio, en está ocasión volvemos a descubrir como estar abiertos a la vida es estar abiertos al amor, al amor de Dios, el mayor amor que se puede recibir.

Si aprendemos a amar igual que Dios nos ama, sin juzgar y sin prejuicios, perdonando a los que nos ofenden y olvidando dichas ofensas, conseguiremos que nuestro amor, unido bajo el sacramento del matrimonio y con la ayuda de Jesús, colocándolo en el centro de nuestras vidas, sea fecundo, nos permitirá darnos y entregarnos por completo.

domingo, 4 de marzo de 2018

¿Eres adolescente y estás pensando en abortar?

No te conozco, pero lo que sí sé es que eres adolescente y estás embarazada. Yo fui madre con 15 años. Sé que estás confusa, que tienes miedo y que la incertidumbre es muy difícil. Sé que crees que un bebé ahora va a ser un obstáculo en tu vida, que la va a dificultar o incluso a arruinar. Sé que piensas que eres demasiado joven y que el resultado sería una niña cuidando de otro niño. Sé que crees que no puedes afrontar todas las responsabilidades que conlleva tener un niño ni capaz de hacer los sacrificios correspondientes. Sé que te preocupa el qué dirá la gente. Que el dinero, que los estudios, que la falta de ayuda, etc.
Conozco todas y cada una de las dudas y los miedos que sientes en este momento.
¿Pero sabes lo que también conozco? Conozco el cosquilleo en el estómago cuando escuchas por primera vez los latidos de su corazón. Conozco la grandeza del momento en el que te enseñan la nueva vida que crece en tu vientre a través de una ecografía. Conozco los momentos imaginando cómo crece en tu interior y qué tamaño tendrá. Conozco la alegre duda de saber si es niño o niña. Conozco la inevitable idea de cómo será su carita, a quién se parecerá. ¿Qué nombre me gustaría que lleve el resto de su vida? ¿Combina con sus apellidos?
Es hermoso.
Pero además, conozco algo que tú todavía no. No me importó la opinión de la gente, no me importó la falta de recursos, no me importó la falta de ayuda, no me importó mi edad, no me importó la situación en la que estaba con el padre de mi hija, no me importó estar en el instituto. Ciertas malas decisiones trajeron un bebé a mi vientre. Y eso era todo. Todo lo que importaba, la única realidad.
Y ahí estaba yo, con 15 años, un bebé, las clases, sin hablarme con mi madre, un novio que sólo se dirigía a mí para hacerme sentir una basura, sin trabajo y sin amigos que se hubieran quedado a mi lado. No te voy a pintar las cosas de color de rosa porque no lo son. Fue duro, terriblemente duro, pero no desistí. ¿Y sabes por qué no lo hice? Porque me bastó coger a mi hija en brazos por primera vez para saber que todas y cada una de las dificultades que se presentaran en mi camino no serían nada en comparación a la plenitud y la felicidad que ella aporta a mi vida. Ella era mi motor, mi fuerza, mi empuje, mi luz y mi guía. Me bastaba mirarla para saber que todo valía la pena. Me bastaba una sonrisa para saber que había tomado la mejor decisión de mi vida.
Hay veces que las cosas parecen imposibles. Pero una vez que empiezas el camino y le pones ganas, se van abriendo puertas y oportunidades. Sí, tenía 15 años y mi situación no era la más adecuada. Pero a mi hija nunca le faltó ropa, pañales, comida, cama, etc. Porque cuando confías, la vida se pone de tu parte.
Ahora yo tengo 23 años y mi hija 8. Terminé la ESO, estudié una FP de grado medio, aprendí inglés y me saqué el carnet de conducir. Empecé haciendo trabajos basura pero en todos y cada uno puse entusiasmo y amor, tratando de sacar el máximo provecho y aprendizaje. Y así poco a poco fui escalando.
Ahora tengo un trabajo que me encanta y comparto mi vida con la persona que ha sacado lo mejor de mí. Tengo a mi lado a mi princesa querida, la que todos los días me dice que me quiere y me llena de besos y abrazos. Ella pone rumbo a mi vida y me acompaña en el viaje con su risa y su amor. Es una personita increíble. Allí por donde pasa hay alegría. Todos los días doy gracias a la vida por ponerla en mi camino. No importa cuán difícil haya sido. Tenerla junto a mí todo lo vale.
Ahora dime, ¿Vas a quedarte con la duda de saber cómo será tu vida junto a tu hijo de aquí a unos años?, ¿No quieres saber cómo será su carácter, su personalidad y su físico?
¿Realmente quieres perderte la experiencia más maravillosa por la que puede pasar una mujer?
Soy un claro ejemplo de que si se quiere, se puede. Si tú quieres, puedes. Olvídate del resto de cosas y personas. Sólo importas tú y tu hijo. Espero que tomes la decisión adecuada.
Gracia Aguilar


http://www.jovenescatolicos.es/2018/02/18/eres-adolescente-y-estas-pensando-en-abortar/