Siempre tenemos la oportunidad de aprovechar nuestras capacidades y ponerlas al servicio de los demás. Por esta razón, recordamos una película que mantiene la fuerza de su mensaje: La ciudad de la
alegría (Roland Joffé, 1992).
Es una cinta, basada en el libro del mismo título de Dominique LaPierre, que narra la historia de Max, un médico estadounidense, que viaja a la India para dar un sentido a su vida. Allí descubre la triste realidad que lo rodea: pobreza absoluta y una poderosa mafia local que se aprovecha de los más débiles. Ante la capacidad de resistencia de la gente decide dejar su pasividad y ejercer su profesión.
Es una cinta, basada en el libro del mismo título de Dominique LaPierre, que narra la historia de Max, un médico estadounidense, que viaja a la India para dar un sentido a su vida. Allí descubre la triste realidad que lo rodea: pobreza absoluta y una poderosa mafia local que se aprovecha de los más débiles. Ante la capacidad de resistencia de la gente decide dejar su pasividad y ejercer su profesión.
Según su director: “No es film para vender
la idea de la pobreza. Trata sobre el gran poder del espíritu
humano.”
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