El pasado fin de semana el Papa Francisco se dirigió a las familias reunidas en Roma con motivo de la peregrinación organizada para celebrar el Año de la Fe. En su mensaje destacó la importancia de la alegría en la vida familiar y de la necesidad de ser testigos de Cristo.
Durante la Eucaristía celebrada en la Plaza de San Pedro, habló de la familia que ora, la familia que conserva la fe y la
familia que vive la alegría, tres aspectos que recogen el programa de este
pontificado: conservar la fe difundiéndola y apoyándose en la oración y la
alegría profunda que da la presencia de Dios.
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