¿Por qué es tan difícil adaptarse de
nuevo a la rutina y a la vida de estudiante tras las vacaciones?
La explicación es sencilla. El ser humano es adverso al cambio.
Una vez que está adaptado a un estilo de vida, en este caso las vacaciones, es
difícil salir de esta zona de confort (nunca mejor dicho) y empezar de nuevo.
Por ello, en algunos casos algo
extremos, surge el llamado síndrome
postvacacional, que no es otra cosa que la incapacidad de adaptación a
la rutina tras la finalización de un período de descanso prolongado.
Diego Santos nos ofrece cinco consejos
útiles:
No dejes todo para última hora. Regresa tres o cuatro
días antes del final de tus vacaciones y ve adaptándote a tu ritmo habitual.
Respeta las horas de sueño. Aunque en tus
vacaciones hayas podido trasnochar y dormir de más o de menos, es importante
que regularices tus ritmos de sueño progresivamente (unos días antes de la vuelta
a la rutina).
Comienza de manera gradual. No pretendas estudiar tres
horas diarias durante la primera semana de clase. Establece un
calendario de estudio equilibrado en el que vayas aumentando la
carga de trabajo semanal progresivamente. Esto no solo te ayudará a evitar el
estrés postvacacional sino que hará más fácil cumplir con tu horario de estudio.
Deporte y ocio. La práctica moderada
de algún deporte o ejercicio físico ayuda a la relajación. También es
conveniente desarrollar alguna actividad de ocio que sea compatible con nuestra
rutina.
Actitud Positiva. Retoma la vuelta a
clase con actitud positiva. Ya sabemos que tus vacaciones han sido geniales
pero no te centres eso en eso sino en las cosas positivas que tienen comenzar
de nuevo como, por ejemplo, ver a tus compañeros, adquirir conocimiento en
asignaturas que te interesan especialmente, actividades extraescolares o nuevos
retos.