Febrero 2015 |
¡Qué gran oportunidad la de encontrarnos con el otro para vivir con plenitud la experiencia de la entrega mutua!
Que el corazón diga con certeza sí, quiero. Que nuestro compromiso expresado ante Dios sea para siempre. Que nuestra felicidad la construyamos cada día junto a quien hemos elegido libremente y que nuestra generosidad nos haga disfrutar de la vida.
Recordemos que María, Madre de misericordia, nos acompaña en este camino.
¡Felicidades!
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