Abrirse a Dios y a los hermanos. Con estas palabras el papa Francisco nos invita a vivir la Cuaresma. Es un itinerario que comprende la cruz y la renuncia. Nos dice cuáles son los elementos de este camino espiritual: la oración, el ayuno y la limosna. La Cuaresma es tiempo de oración, una oración capaz de hacerse cargo de las necesidades de los hermanos. Añade que el ayuno tiene sentido si de él se deriva un beneficio para los demás, ayunar nos ayuda a entrenar el corazón en el compartir. Por último, señala que la limosna nos ayuda a vivir la gratuidad del don, característica propia del cristiano.
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