Hacer un viaje familiar
que incluya a los abuelos o padres ancianos es una manera de unir a la familia,
pero esos viajes pueden requerir una mayor preparación si tienen necesidades especiales.
Proponemos estos consejos sobre qué considerar y cómo planear un viaje con personas
mayores para asegurar que la actividad sea beneficiosa para todos.
Permite a tus padres colaborar en la elección del destino para planear unas vacaciones que todos puedan disfrutar. Vale proponer los lugares que siempre quisieron visitar, un país importante en la historia familiar o un viaje a algún lugar especial de la infancia. Escoger el destino ayudará a que se sientan involucrados, y les permitirá opinar sobre las preocupaciones que puedan tener sobre viajar a determinados lugares o sobre ciertas actividades.
El viaje será más organizado y menos estresante si se puede preparar un itinerario por escrito para el tiempo que pasen viajando, y para cualquier actividad que quieran realizar una vez que lleguen a destino. Un itinerario facilitará los arreglos con los hoteles, con el transporte del aeropuerto o con los taxis, y mantendrá a todos unidos en la misma tarea.
Es conveniente elegir vuelos directos para evitar los trastornos originados con los vuelos de conexión (largas esperas, incomodidades, impaciencia). Así facilitamos el traslado de quienes se muevan con la ayuda de un bastón o de una silla de ruedas.
Llama con anticipación y haz todos los arreglos para prever las necesidades especiales que tus familiares puedan tener. Esto incluye reservar habitaciones de hotel con acceso para discapacitados o equipamiento de seguridad en los baños, conseguir una silla de ruedas en el aeropuerto, o preguntar por la disponibilidad de transporte público con rampa para silla de ruedas.
No olvides etiquetar todos los medicamentos que vayan a tomar en el viaje con su nombre, la dosis y las instrucciones para la administración. Esto facilitará la tarea de continuar la medicación durante el periodo vacacional. Es necesario informarse sobre las normas vigentes sobre productos farmacéuticos en caso de utilizar el avión.
Consulta con los médicos de cabecera o con los cuidadores de tus padres acerca de cualquier necesidad médica de la que tengas dudas, y si el doctor recomienda viajar con documentación médica. La necesidad de llevar contigo estos papeles puede variar, dependiendo del destino del viaje y de las necesidades de cada uno. Asegúrate de llevar la información de contacto de los médicos o los cuidadores en caso de emergencia.
Planea paradas durante el viaje. Esto les dará a nuestros mayores una oportunidad para descansar, tomar medicamentos e hidratarse, ya que probablemente se cansarán más rápido. Un recreo te permitirá evaluar cómo transcurre el viaje y comprobar que ellos también disfrutan del momento.
Permite a tus padres colaborar en la elección del destino para planear unas vacaciones que todos puedan disfrutar. Vale proponer los lugares que siempre quisieron visitar, un país importante en la historia familiar o un viaje a algún lugar especial de la infancia. Escoger el destino ayudará a que se sientan involucrados, y les permitirá opinar sobre las preocupaciones que puedan tener sobre viajar a determinados lugares o sobre ciertas actividades.
El viaje será más organizado y menos estresante si se puede preparar un itinerario por escrito para el tiempo que pasen viajando, y para cualquier actividad que quieran realizar una vez que lleguen a destino. Un itinerario facilitará los arreglos con los hoteles, con el transporte del aeropuerto o con los taxis, y mantendrá a todos unidos en la misma tarea.
Es conveniente elegir vuelos directos para evitar los trastornos originados con los vuelos de conexión (largas esperas, incomodidades, impaciencia). Así facilitamos el traslado de quienes se muevan con la ayuda de un bastón o de una silla de ruedas.
Llama con anticipación y haz todos los arreglos para prever las necesidades especiales que tus familiares puedan tener. Esto incluye reservar habitaciones de hotel con acceso para discapacitados o equipamiento de seguridad en los baños, conseguir una silla de ruedas en el aeropuerto, o preguntar por la disponibilidad de transporte público con rampa para silla de ruedas.
No olvides etiquetar todos los medicamentos que vayan a tomar en el viaje con su nombre, la dosis y las instrucciones para la administración. Esto facilitará la tarea de continuar la medicación durante el periodo vacacional. Es necesario informarse sobre las normas vigentes sobre productos farmacéuticos en caso de utilizar el avión.
Consulta con los médicos de cabecera o con los cuidadores de tus padres acerca de cualquier necesidad médica de la que tengas dudas, y si el doctor recomienda viajar con documentación médica. La necesidad de llevar contigo estos papeles puede variar, dependiendo del destino del viaje y de las necesidades de cada uno. Asegúrate de llevar la información de contacto de los médicos o los cuidadores en caso de emergencia.
Planea paradas durante el viaje. Esto les dará a nuestros mayores una oportunidad para descansar, tomar medicamentos e hidratarse, ya que probablemente se cansarán más rápido. Un recreo te permitirá evaluar cómo transcurre el viaje y comprobar que ellos también disfrutan del momento.
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