
Para ese encuentro de oración recogemos aquí algunas frases de la Madre Teresa de Calcuta sobre la Madre de Dios:
«La
grandeza de María reside en su humildad. Jesús, quien vivió en estrechísimo
contacto con ella, parecía querer que nosotros aprendiéramos de Él y de ella
una lección solamente: ser mansos y humildes de corazón».
«Supliquemos a María que haga nuestro corazón "manso y humilde" como modeló el corazón de su Hijo. Pues por medio de ella y en ella fue como se forjó el corazón de Jesús».
« María está siempre atenta para traer al mundo la alegría, la paz y la reconciliación. Ella nos conduce hacia Dios, y con sus ruegos amorosos intercede por nosotros».
«Elevemos hacia ella nuestros corazones para que nos ayude a reconciliarnos, cada vez que nos alejemos del amor de Dios».
«Dirijamos a ella nuestros ojos para implorarle por la paz; a ella, que sólo tiene cabida en su corazón para la paz y el perdón».
«Supliquemos a María que haga nuestro corazón "manso y humilde" como modeló el corazón de su Hijo. Pues por medio de ella y en ella fue como se forjó el corazón de Jesús».
« María está siempre atenta para traer al mundo la alegría, la paz y la reconciliación. Ella nos conduce hacia Dios, y con sus ruegos amorosos intercede por nosotros».
«Elevemos hacia ella nuestros corazones para que nos ayude a reconciliarnos, cada vez que nos alejemos del amor de Dios».
«Dirijamos a ella nuestros ojos para implorarle por la paz; a ella, que sólo tiene cabida en su corazón para la paz y el perdón».
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